El contacto directo con el universo a través de un planetario móvil 3D no solo educa, sino que también inspira. Para muchos estudiantes, este puede ser su primer encuentro real con la astronomía o la ciencia espacial. Estas experiencias visuales y emocionales pueden despertar el interés por carreras en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Ver un cometa en acción, observar la superficie rugosa de Marte o entender la inmensidad de la Vía Láctea puede ser la chispa que encienda una pasión por la ciencia que perdure toda la vida.
Una de las claves para fomentar la curiosidad es incentivar a los estudiantes a hacer preguntas. Durante una sesión en el planetario móvil 3D, los estudiantes no solo son espectadores pasivos. A través de una experiencia guiada, pueden interactuar con los presentadores, haciendo preguntas sobre lo que ven y aprendiendo a pensar de manera crítica sobre el cosmos. Por ejemplo, pueden preguntarse: “¿Cómo es posible que existan tantas estrellas?”, “¿Qué tan lejos está realmente la Vía Láctea?”, o “¿Cómo sabemos lo que hay en otros planetas?”.
Estas preguntas no solo fomentan el pensamiento crítico, sino que también estimulan la investigación y el deseo de aprender más. Al terminar la sesión, los estudiantes a menudo se sienten motivados a continuar explorando por su cuenta, ya sea a través de libros, documentales, o experimentos en clase.